Íñigo Sáenz de Ugarte habla de la noticia del fin de semana, las elecciones en Irán, y de la situación tan complicada en la que se encuentran los miembros y seguidores de la oposición a Ahmadineyad. El dilema de la oposición iraní.
«El régimen se está movilizando para neutralizar cualquier gesto de solidaridad hacia Musavi por parte de miembros de la élite política y religiosa. Resulta significativo que el presidente del Parlamento, Alí Larijani, haya expresado su apoyo al resultado electoral y a la reelección de Ahmadineyad. Larijani siempre ha tenido unas pésimas relaciones con Ahmadineyad, e incluso es probable que haya votado a Musavi, pero ha cerrado filas con la versión oficial del recuento. Una vez que el ayatolá Jamenei se felicitó publicamente por la reelección de Ahmadineyad, los altos cargos institucionales han perdido la capacidad de desafiarle.»