Adrián Massanet ve cine porno, y se queja de que una industria tan poderosa sea incapaz de ofrecer un mínimo de calidad. Pide ser tratado como un adulto. El cine porno aburre a las ovejas. [Ref.: jorgeletralia ]
«De todos los tipos de porno, el que más posibilidades ha dado ha sido el malogrado “Gonzo”, ese porno en el que un tipo simula ir con una cámara de vídeo por aquí y por allá, y fíjate tú qué casualidad, se encuentra con orgías y situaciones morbosas de toda índole, lo que son las cosas. El problema es que no saben darle el debido uso, pues a menudo el protagonista no es el que lleva la cámara (usando el punto de vista siempre deseable en toda narración), sino otro fulano. Y, para colmo, ¡la chica pregunta por qué su amigo lleva una cámara! Como si eso fuera necesario. Amigos realizadores de porno, el espectador no es imbécil, no hace falta justificar la cámara en mano.»