El ciclismo siempre parece tocar fondo, pero no, por lo visto es capaz de ir a peor constantemente. Oscar Fornet nos habla de la confesión de Bernhard Köhl, desposeído de su tercer puesto en el pasado Tour de Francia por positivo en EPO. Las palabras de Köhl son heladoras. Otra triste confesión.
«“La mayoría del pelotón creía que este tipo de EPO no era detectable”, explica. “Obtuve este producto a través de otro ciclista y me lo inyecté yo mismo tres días antes del comienzo del Tour. Estaba tranquilo”. El positivo de Riccó rompió aquella calma. “Al principió pensé que se había excedido en la dosis, que la había consumido demasiado tarde. Pero cuando me enteré de que la Agencia Francesa Antidopaje iba a realizar nuevos análisis después del Tour, me dije: OK, estoy muerto, pero todos estamos muertos. Muchos habían tomado lo mismo. ¿Pero qué iban a hacer las autoridades francesas?, ¿eliminar a todos? Comprendí que no lo harían. Pero estoy convencido de que los 10 primeros de la clasificación podrían haber resultado positivo”.
Kohl se suma a la larga lista de arrepentidos en un deporte enfermo, viciado desde sus orígenes que al mismo tiempo lucha sin descanso por sobrevivir. La raíz del problema no se encuentra en el ciclismo profesional. Arranca en los años previos. “Me he dopado todos los días, desde que tenía 19 años”, relata la última víctima en este mundo de excesos.»
2009-06-11 12:16
No creo que sea el ciclismo el que pueda ir a peor. Simplemente, es el deporte al que más fiscalizan y por eso nos enteramos de sus miserias mucho antes que de los demás, si es que de éstos nos llegamos a enterar.
Lo dije en su día y lo repito: sí, se dopan, pero no son los únicos, solamente son los más débiles frente a la opinión pública. El día que las agencias antidopaje y, sobre todo, los medios de comunicación, pongan la hipocresía a un lado y comiencen a machacar de igual forma a fútbol, baloncesto (sobre todo NBA), natación y atletismo, lo del ciclismo acabará quedando como el hermano pobre del dopaje. En el mismo artículo habla de recientes positivos en los últimos JJOO de invierno… ¿cómo es que no tuvieron tanta repercusión mediática?
Si no fuera porque el deporte de élite es un referente para los niños y los jóvenes, preferiría que se hiciera aquello que me comentaste una vez: autorizar el dopaje total a todos los niveles, que se hinchen, que revienten y se pudran. Y luego, a partir de cero.