Si vieron ustedes Minority Report seguramente se hagan una idea de lo que en Zurich están utilizando, aún en fase de pruebas, para prevenir las matanzas que cometen los alumnos o ex alumnos en sus colegios: Jens Hoffman ha elaborado un programa, DYRIAS que, en treinta preguntas, discrimina entre los normales y los psicópatas capaces de montar una matanza. Pueden leerlo en Un psicólogo alemán diseña un programa para analizar el peligro de que un alumno desarrolle comportamientos violentos. Especialmente divertidas son las conclusiones de un blog (en francés) Précrime, en el que se se pregunta si seremos tan ingenuos como en la hojita que ha de rellenar uno a la entrada a los EE. UU. confesando, por ejemplo, si tiene uno la intención de asesinar al presidente o no.
«¿Dónde está el límite entre la amenaza de violencia y la perpetración de una matanza? ¿Cómo distinguir a un joven depresivo de un joven potencialmente violento? Preguntas como esta ocupan desde hace años a policías, psicólogos y criminólogos de todo el mundo. Ahora, un psicólogo alemán cree haber encontrado una posible solución para prevenir matanzas escolares como la ocurrida en el sur de Alemania el pasado 11 de marzo. Aquel día, Tim K., de 17 años, entró en su antigua escuela y acabó con la vida de 12 excompañeros y exprofesores, mató a otras tres personas en su huida y acabó por suicidarse tras ser acorralado por la policía. Lo más trágico es que la de Winnenden no fue la primera masacre de este tipo en Alemania.Por eso, Jens Hoffmann ha tomado a su propio país como principal referencia para diseñar un revolucionario programa de ordenador que analiza el peligro potencial que puede suponer un alumno.
“Alemania es el segundo país tras EEUU por número de matanzas en las escuelas; mi experiencia me ha demostrado que la prevención es el mejor método para evitarlas”, así explica Jens Hoffman los motivos que le llevaron a diseñar DyRiAS, siglas en alemán de Sistema de Análisis de Riesgos Dinámicos. El programa diseñado por el profesor de la universidad de Darmstadt elabora un patrón de comportamiento que parte del estudio de los casos de matanzas escolares en Alemania y EEUU con la intención de detectar lo que Hoffmann llama “señales de alarma”. “Estudiamos el camino que recorren esos chicos hasta llegar a ese extremo; partimos de la base de que un acto criminal de semejante magnitud es el resultado de un largo proceso y en su desarrollo se dan señales reconocibles. Solo hay que saber detectarlas cuando aún hay tiempo”, aclara Hoffmann.»