Llevamos varios días oyendo delicias y maravillas del discurso de Obama en El Cairo. Noam Chomsky nos da una lectura distinta, claro está que en su línea habitual, para decirnos que fuera de las palabras ni un solo gesto del presidente americano indica que vaya a haber un cambio en la política hacia Oriente Medio: El discurso de Obama en El Cairo.
«Obama y sus asesores son sin duda conscientes de que la Iniciativa reitera el inveterado consenso internacional llamando a un acuerdo biestatal sobre el perfil de la frontera internacional (anterior a junio de 1967), tal vez con “pequeñas y recíprocamente acordadas modificaciones”, por servirnos de la locución habitualmente empleada por los EEUU antes de apartarse radicalmente del consenso internacional en la década de los 70. Es decir, cuando los EEUU vetaron una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, respaldada por los “Estados en confrontación” árabes (Egipto, Irán, Siria) y, tácitamente, por la OLP, con un contenido substancialmente análogo al de la Iniciativa Árabe de Paz, salvo que esta última va un poco más allá, llamando a los Estados árabes a normalizar sus relaciones con Israel en el contexto de este acuerdo político.
Obama ha llamado a los Estados árabes a avanzar en la normalización, ignorando premeditadamente, sin embargo, el acuerdo político crucial que es condición necesaria de toda normalización. La iniciativa no puede ser un “comienzo”, si los EEUU siguen negándose a aceptar sus principios fundamentales, y aun a reconocerlos.
En el trasfondo está el objetivo de Obama, enunciado del modo más claro por el Senador demócrata por Massachusetts John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado: forjar una alianza entre Israel y los Estados árabes “moderados” contra Irán. El término “moderado” no tiene nada que ver con el carácter del Estado, sino que apunta antes bien a la disposición a amoldarse a las exigencias de los EEUU.»