Juan Manuel Díaz de Guereñu reseña un ensayo de Julio Neira sobre la labor editorial de Manuel Altolaguirre, muy importante en la difusión de la obra de la Generación del 27, una edición artesana y selecta: Leyenda del poeta tipógrafo.
«Neira, buen conocedor de las obras y las andanzas de bastantes de los amigos de Altolaguirre –a Prados, Hinojosa, Moreno Villa o Cernuda ya les había dedicado su atención de investigador–, acarrea para nutrir su relato un asombroso caudal de documentos: memorias, testimonios, liquidaciones de librería, artículos o reseñas y, muy especialmente, cartas. Son las misivas cruzadas entre aquellos protagonistas de la poesía española de la primera mitad del siglo pasado y las escritas a familiares y amigos las que le permiten recuperar o reconstruir con minucia muchas de las empresas del impresor malagueño; y no sólo las que llegó a realizar, sino muy en particular los proyectos de edición o de escritura que por cualquier razón no llegaron a concretarse. Expone así la agitación inestable de amistades y desapegos, el bullir urgente y también fugaz de las intenciones y los planes de los poetas, el magma confuso de tanteos, borradores y ensayos de escritura fracasados del que surgió a la postre cada obra realizada. Su concienzuda rememoración del universo humano de aquellos creadores muestra lo que cada título tiene de fruto casual o necesario de muchas y variadas circunstancias.»