En el año del centenario de la publicación del Manifiesto Futurista de Marinetti, Mario Perniola revisa los postulados de este movimiento para acusarlo directamente de conseguir lo contrario de lo que en teoría proclamaban, es decir, de provocar el oscurantismo. 1909-2009: El Futurismo ya es historia.
«En un momento en el que la mayor parte del mundo se encuentra frente a la necesidad de modernizarse para no ser colonizado una vez más por Occidente, merece la pena poner en duda el prejuicio futurista según el cual la novedad, sólo porque lo es, resulta a priori superior a lo ya conocido y experimentado. No se trata, desde luego, de propugnar el tradicionalismo y el pasatismo, sino tan sólo de preguntarse cómo la versión perversa de la modernidad y del progreso, defendida por Marinetti con “violencia arrolladora e incendiaria” (según las palabras de su Manifiesto) pudo convertirse en hegemónica, relegando al baúl de las antiguallas y las reliquias no sólo el saber, sino incluso la coherencia y la lógica.»