Acaba de arrimarse a puerto español un buque de la armada norteamericana que según todos los indicios es una cárcel flotante que elude las leyes sobre derechos humanos en sus interrogatorios a los prisioneros. Vicente Romero lo explica: La visita de una cárcel secreta flotante.
«Reprieve ha logrado identificar hasta nueve prisioneros interrogados y torturados a bordo del buque. Entre ellos destacan el llamado talibán americano, John Walker Lindh, el australiano David Hicks y el libio Ibn Al-Sheikh Al-Libi que pocas semanas atrás falleció en una cárcel de Libia. La función carcelaria del USS Bataan durante la presidencia de Bush no admite discusión. La duda es si todavía continúa desempeñando el mismo cometido. La abogada Clara Gutteridge, investigadora de Reprieve, señala que ‘los barcos han sido empleados para encarcelar a sospechosos de terrorismo desde los días del presidente Clinton, así que no resultaría extraño que tales prácticas continuaran bajo el gobierno de Obama.’
Pero hay más: la llegada de esta cárcel secreta flotante coincidió con una escala de 24 horas en Palma (en la base militar de Son San Joan) de un avión de la US Navy, un Airbus con nueve tripulantes, que oficialmente trasladaba a cinco militares estadounidenses desde Argel hasta Aviano (Italia). Un recorrido muy corto para una escala tan larga de un avión con más de 6.000 kilómetros de autonomía de vuelo.»