Algernon Pérez tiene la certeza de que
Ya estamos en guerra. Para convencernos perfila en su informe varias hipótesis que, por desgracia, no son excluyentes entre sí: “Suma y sigue; si los EEUU atacan a Irak después de que Sadam haya aceptado las inspecciones de la ONU… el efecto de provocación (sobre el mundo musulmán), de desprecio (a la comunidad internacional) y de burla (a la ONU) se vería magnificado. La hoguera del antiamericanismo recibiría una infusión de napalm. Al Qaeda, y todas las organizaciones similares, tendrían problemas para aceptar a todos los nuevos voluntarios. Sería un error de proporciones históricas… que el equipo Bush parece decidido a cometer. ¿Dónde, oh dónde está Gore?”