Nacho Escolar echa un vistazo al escándalo político por el uso que hacen los diputados ingleses de sus “tarjetas de crédito de diputados”, un escándalo moral, porque no cometen ninguna ilegalidad. El ejemplo inglés.
«En Londres, como en Valencia, no existe el delito del cohechito, ese cohecho tan pequeño que si se cae de la mesa se mata: la honradez sólo se pierde una vez, y quien hace tres trajes hace ciento. Sin embargo, aunque el pecado sea el mismo allí como en España, la tolerancia social ante la corrupción dista mucho de ser ni parecida. El escándalo del Reino Unido no es un delito. La ley lo permite, aunque políticamente sea tan feo como para provocar la crisis institucional más grave en décadas. La credibilidad de los políticos ingleses, que no paran de pedir disculpas, está por los suelos.»