Nunca he tenido buenos profesores de matemáticas; o quizás sea que nunca he sido buen alumno. El caso es que, a pesar de ser la bestia negra habitual de mi expediente académico, siempre he intuido que me estaba perdiendo algo realmente serio en las matemáticas. Quizás hubiese necesitado leer la serie de artículos que
Raúl Devia ha dedicado al arte numérico bajo la denominación genérica de
Andamios a Priori. Les dejo con su último artículo:
Las matemáticas como algo bello.