Comentarios

1. Pilar
   2009-05-08 11:34

   Es curioso que todos los que en este país abogan por la gratuidad de la cultura son aquellos que no viven directamente implicados en la industria cultural y que la observan desde la universidad, bien apoltronados en sus sillones de docentes. ¿Por qué no plantearlo al revés? ¿Por qué no plantear que Adell y todos los profesores y catedráticos que propugnan tantas libertades y gratuidades para los demás, se apliquen el cuento y realicen su trabajo gratis? Siguiendo su razonamiento, no hay por qué considerar a la educación un sector económico más. Es un derecho, y, en consecuencia, ha de ser prestado de forma gratuita por todos aquellos que, como Adell, se dedican a ello. Aburre tanto profesor sabelotodo. Todos tienen las soluciones, pero desde la tranquilidad de su puesto de funcionario. Así va este país.

2. María José
   2009-05-08 17:09

   Pilar, la gratuidad de la cultura en los cursos de enseñanza obligatoria, debería ser obligatoria, igual que lo es la enseñanza y eso no significa que los profesores que imparten las clases no cobren.

   Y del software libre vive mucha gente ¿o te crees que en Extremadura y Andalucía los que se han ido encargando de hacer las cosas lo hacen gratis?

   Y para tu conocimiento, hay muchísimos profesores de universidad de todo el mundo que dejan sus trabajos en la red para que puedan utilizarse de forma gratuita (puedes buscar y verás que de casi cualquier tema tienes material de este tipo) y no tendrían por qué hacerlo. El mundo cambia y en lugar de escribir libros con los que podrían ganar dinero, dejan el material de forma gratuita.

3. joseluis
   2009-05-08 19:34

   Pues yo estoy bastante de acuerdo con Pilar. Si bien es muy cierto que este paisito es más bien (o más mal) tecnófobo, de donde poco o nada hace la Administración para fomentar el soft “libre”, siendo como son los casos de Linex en Extremadura poco más que anécdotas picantes en gobiernos amuermados y clientelares, y el más absoluto vacío en la Ad. Central, sentado ello, que se diga, como dice María José, que hay muchísimos profesores de universidad de todo el mundo que dejan trabajos en la red, que no. Digo que no.

   Soy economista; pues mal: de lo mío (de España) poquita cosa hay. Y de flojo nivel. Suelo decir que la aportación española a Internet ha sido ante todo, muy ante todo, el copiaje masivo, el “compartir” contenidos ajenos. En eso, Spain brilla con luz propia. Y poco más: algunos juegos, algún antivirus. ¿Webs? Comparen las de Casa Blanca, y la de Moncloa o Zarzuela, ésta, zarzuelera, precisamente; comparen que hay mucho que comparar. Se ha producido gran desarrollo, especialmente, en Hacienda, claro, el cobro. Pero poco, ya digo. Chile, por poner otro ejemplo, tiene mejor nivel que España.

   Caso real: hacia 1997 propuse a mis (queridos) compañeros de Facultad, una sencilla web donde poner horarios, contactos, programas, y con eso ir creciendo. Que ya me encargaría yo de HTML y demás. Ni p. caso. Siete años después, lo que se inauguró con gran pompa y circunstancia y sonriente rector y equipo y amigos de la empresa adjudicataria y tal, sigue muy bonito y decorativo, y la aportación de todos los profesores de la Facultad : ¡¡¡sus curriculum!!! Punto. Nada más.

   Que ni teclearon ellos, desde luego. Así, de paso, los profes de hoy se ahorran tener que enviarlos por ahí, a sus valiosos Congresos y Conferencias docentes y menos docentes: ya están puestos en la red, afirman orgullosos de la proeza (ajena).

   Que el 98 % de esos profesores, ni mandan “cartas al director” de los periódicos. De economía sigo: ¿Cuál ha sido la aportación de la masa profesorescofuncionarial hispana a la economía, a la crisis de hoy, ideas, soluciones?

   Antes, cantaban las virtudes de la economía de mercado. Ahora no sé ya qué cantan: no se les entiende la letra. O están en la siesta docente … Los profesores universitarios, a pedir más y más al Gobierno, como si no tuvieran miles de horas al año, disponibles para sus esfuerzos. Que los estudiantes suelan tener más alto nivel de internet que los profesores, hará caer la hoja de parra de éstos. Y oh vergüenza.