Gervasio Sánchez elogia el compromiso social de Goya en sus pinturas para elogiar el arte comprometido, o al revés, o quizás ambas cosas a un tiempo: Goya, el artista y el compromiso.
«Ernesto Sábato dice en su libro de memorias ‘Antes del fin’ que “el escritor debe ser testigo insobornable de su tiempo, con coraje para decir la verdad y levantarse contra todo oficialismo”. Palabras que parece que se las lleve el viento cuando se observa la rutina con que la mayoría de nuestros escritores e intelectuales analizan la realidad que les circunda, casi todos provistos de máscaras antigás que les protegen del dolor y el olor de las víctimas de tantas guerras olvidadas.
Ante el sufrimiento congoleño, silencio. Ante el sufrimiento palestino, silencio. Ante el sufrimiento afgano, silencio. Ante el sufrimiento somalí, silencio. Si no es moda, contra la guerra, silencio. Contra el dolor, silencio. Contra la venta de armas, silencio. Sólo se escribe sobre lo que se genera desde el poder, apenas sobre algún conflicto mediático y con las palabras políticamente correctas. Siempre evitando que un grito tempestuoso pueda dañar una candidatura literaria, pictórica o cinematográfica.»
2009-04-25 12:19
Vivimos en un mundo complejo y los artistas no tienen la capacidad (creo que tampoco la voluntad) de comprenderlo. Así, me parece lógico que se abstengan de realizar críticas.
Esto me recuerda el artículo famoso de Almudena Grandes basado en la idea de que el plan americano de rescate a los bancos suponía un gasto de millones de dólares… por cada habitante del planeta. Algunos la criticaron por manipuladora y otros por el garrafal error de cálculo que daba lugar a su teoría.
La realidad es que Grandes (intelectual comprometida y yo creo que bienintencionada) no tiene las más mínimas nociones de economía ni por tanto de cómo funciona el mundo en qué vivimos.
Yo no echo de menos la opinión crítica de intelectuales y artistas de este tipo.