La sociedad se colapsa porque hemos olvidado cómo jugar. Es una teoría, claro (de un psicólogo norteamericano), pero se crea o no resulta interesante: se sostiene que las sociedades primitivas recurrieron al juego como un modo de socialización y atenuación de agresividades; ese juego se habría perdido en la actualidad. Lo cuenta Yaiza Martínez.
«Los humanos de las sociedades cazadoras y recolectoras desarrollaron el juego para propiciar las sociedades cooperativas, señala un psicólogo norteamericano. Este hecho tendría consecuencias para nuestra sociedad actual, en la que los niños pasan su tiempo de ocio viendo la televisión, jugando a los videojuegos o en actividades extraescolares. Los niños necesitan volver al juego libre, auto-organizado, no competitivo y sin supervisión adulta para que puedan convertirse en adultos con capacidad de empatizar y de colaborar, advierte el investigador. El fruto del abandono del juego se ve en las acciones egoístas que han llevado a un colapso económico, afirma, que son síntoma de una sociedad que ha olvidado cómo jugar y aprender a ponerse en el lugar de los otros.»