Sergio Cortina recuerda la historia del SV Alsenborn, el club más modesto que estuvo más cerca de hacer historia en la cerrada liga alemana de fútbol. SV Alsenborn: un bucle imposible.
«El Alsenborn se funda en 1919 aunque no nace realmente hasta 1962 y a cientos de kilómetros del pueblito del cual toma su nombre. A comienzos de los años 60 el Benfica y el Real Madrid disputan en Amsterdam la final de la Copa Europa y en la grada, prestos a disfrutar de una velada única, se encuentran Fritz Walter (el campeón del mundo alemán) y su ex-compañero de fatigas en el Kaiserslautern Hannes Ruth. No se sabe si imbuido por tan magnífico ambiente futbolero o por la ingesta masiva de cerveza de la tierra, Ruth abandona Holanda convencido de catapultar a la fama al club de su pueblo. ¿Las únicas pegas? El Alsenborn milita en quinta división y juega para un pueblucho de 2.500 habitantes. ¿Sus bazas a favor? No se sabe ni como ni porqué pero consigue reclutar para la causa al legendario Fritz Walter, al que fuera portero titular del Kaiserslautern Willi Hölz y a la antigua estrella Otto Render, que durante aquellos años se entretenían jugando pachangas con los veteranos del club. Y la bola echa a rodar.»