Agustín Fernández Mallo comenta una extraña y sobrecogedora foto de Liam Neeson y Vanessa Redgrave saliendo del cementerio en el que acaban de enterrar a su esposa e hija respectivamente. Una foto.
«Nada más observar la foto, me impresionó. Hay en ella una verdad muy explícita. Estamos acostumbrados a ver fotografías de toda clase de dramas en la prensa y la tele, casi a diario, pero de repente esas fotos no tenían la misma fuerza dramática de ésta; parecían simples postales. Pensé que el motivo estaba en la buena ocasión que había elegido el fotógrafo: captar el gesto preciso de los retratados, el drama mismo. Puede ser, pero no del todo. Estamos cansados de ver buenas fotos dramáticas que no nos transmiten lo mismo. »
2009-03-28 22:06
He leído el artículo entero, pero disiento un poco de la opinión del autor. Aún más, cuando no conocemos quién ha hecho la foto. ¿Cómo puedo saber la “película” que andaba en la cabeza de ese-a fotógrafo anónimo para que nos explique tan bien la realidad su imagen capturada? No creo que la lectura esté en nuestra mente, condicionada por el hecho de ser unos adictos al cine. Seguro que hay personas en el planeta que sin conocer para nada a Liam Neelson y a Vanessa Redgrave, penetran en la situación que esa buena foto nos muestra. Así que me sitúo en el lado de la autoría. Esa persona que disparó la cámara transmitió su mirada a esa foto que nosotros vemos. Las fotos buenas son momentos mágicos. Sé algo de esto, porque en mi vida no sé cuántas cámaras me he cargado por impericia o me han abandonado porque se han muerto y han dejado de funcionar. La vida imita al arte, pero la vida es arte. Un saludo