Alejandro Polanco Masa esboza la figura de Andrew Crosse, científico del siglo XIX pionero en la experimentación con electricidad. Crosse creyó haber creado vida a partir de materia inerte: Andrew Crosse y la sombra de Frankenstein.
«Bien, hasta aquí tenemos un hombre acomodado no muy alejado del típico inglés de provincias interesado por las letras y las ciencias de principios del XIX. ¿Qué hace de Crosse un genio maldito? Ni más ni menos el que se atreviera a “crear” vida en el laboratorio a partir de materia inerte y, además, se empeñara en dar todo tipo de detalles de su pecaminosa receta. Lo del pecado viene a cuento de la época, claro está, poco le faltó para ser visto como un siervo de satanás por mucho que la era del vapor y el carbón estuviera en plena efervescencia, muchos aspectos estaban todavía bajo el mando divino.»