A raíz de un texto de la defensora del lector del diario El país, Íñigo Sáenz de Ugarte reflexiona sobre la prensa que señala culpables de cualquier cosa apresuradamente y enmienda su error (cuando lo hace) con toda la parsimonia del mundo. Google no olvida.
«“La pelota está pues en el tejado de Google”, escribe Pérez Oliva. Bonita manera de adjudicar la responsabilidad a la némesis de todos los periódicos. Si está Google de por medio, seguro que es culpable. Sólo al final del artículo y de forma muy breve, su autora entra en razones y se refiere al origen real del problema. Si los medios hicieran un seguimiento real de estas noticias, habría más posibilidades de que la historia real de una persona apareciera bien reflejada en sus archivos. A lo que yo añadiría que si los medios no adjudicaran tan alegremente las culpabilidades, nadie se vería perseguido por sospechas sin fundamento. ¿Acaso hay que explicar que el hecho de que una persona sea detenida por la Policía no la convierte necesariamente en culpable?»