Efectivamente, la lógica dice que es imposible crecer infinitamente en un mundo finito; pero yo no sé si la propuesta del decrecimiento es una solución para la crisis en un momento en el que se necesita el consumo; en cualquier caso, se agradece cualquier idea alternativa y constructiva: Nicolas Ridoux aboga Por una vida más frugal, no más, sino mejor.
«Hay que acabar con la idea de que “el crecimiento es progreso” y la condición sine qua non de un desarrollo justo. El crecimiento es adornado por sus defensores con todas las virtudes, por ejemplo en materia de empleo. Sin embargo, como dijo Juan Somavia, director general de la OIT, en su informe de enero de 2007: “Diez años de fuerte crecimiento no han tenido más que un leve impacto y sólo en un pequeño puñado de países en la reducción del número de trabajadores que viven en la miseria junto con sus familias. Así como tampoco ha hecho nada por reducir el paro”. En efecto, los beneficios empresariales han sido tan enormes que ni siquiera un crecimiento fuerte ha podido crear empleo, de ahí la persistencia del paro. La recesión agrava brutalmente este problema. Pero es ilusorio pensar que, para que todo el mundo tenga trabajo, lo que hay que hacer es restaurar el crecimiento económico y aumentar cada vez más las cantidades producidas; esta sobreproducción no tiene ningún sentido, no consigue el pleno empleo y, encima, compromete gravemente las condiciones de supervivencia del planeta.»
2009-03-23 09:29
No sé si es muy justo poner en duda la conveniencia de la propuesta del decrecimiento “en un momento en que se necesita el conumo”. Ridoux precisamente denuncia que nuestro sistema siempre necesita consumo, y cada vez más consumo.
2009-03-23 12:02
Esto del decrecimiento tiene una segunda lectura que todos parecen obviar: Redistribución de lo recursos disponibles. Suena a comunismo (o socialismo) mohoso. Se trata de que quienes más recursos consumen bajen el pistón para que quienes no llegan un mínimo digno puedan elevar su calidad de vida.
En una palabra repartir los trozos de la tarta (finita y de tamaño fijo) de una forma razonablemente justa. Pero esto no es moderno y no creo que a la mayoría (clase media que dicen) les guste la idea.