Pseudópodo sigue el camino inverso desde la descaifenadas versiones actuales de los cuentos infantiles tradicionales hasta la brutalidad de las versiones originarias. En Caperucitas de ayer y de hoy.
«Este es el desenlace del cuento de los hermanos Grimm, que todo el mundo conoce. Pero al educador progresista le ha parecido demasiado cruel eso de abrir la tripa al hermano lobo y que el pobrecito muera. Así que en su versión, el cazador apunta al lobo con la escopeta, pero este se despierta y le implora que no le haga daño.»