Espeluzna la descripción que Leonardo Bastida Aguilar hace del funcionamiento de la explotación sexual de mujeres y menores en la frontera de México con Estados Unidos, y de cómo el problema se diluye entre la violencia y el tráfico de drogas: Trata de personas en Tijuana. La explotación sexual y su mercado fronterizo.
«El problema de la trata con fines sexuales está mucho más extendido de lo que parece y goza de una enorme tolerancia, tanto por el poder económico de los grupos que operan el negocio, como por la cultura machista que hace de la sexualidad femenina un objeto de consumo y de la violencia sexual un asunto que no merece la atención de las autoridades. “En México no se quiere reconocer públicamente el nivel de trata y explotación sexual comercial que tenemos”, señala una activista de Tijuana que ha recibido amenazas de muerte por su trabajo, razón por la que pide omitir su nombre y el de su organización.»