Difícil tarea deberá asumir el nuevo equipo de gobierno que salga de las urnas Brasileñas.
Miguel Jiménez nos hace ver al menos una de ellas
Los niños combatientes de Río son uno de los instrumentos, de uso preferente por las bandas de narcotráfico, a través del que se canaliza la extrema violencia que impera en Río de Janeiro. El reto post-electoral está servido: acabar con la extrema polarización social para secar el caldo de cultivo de la violencia entre el amplio sector de la población que no tiene absolutamente nada.