Kevin Ashley se pregunta por la supervivencia de la información en la era digital. “Y aunque el disco compacto sobreviva, ¿tendré todavía un programa o un lector que permitan el acceso? Los procesadores de textos de sólo diez años de antigüedad representan ahora un auténtico desafío para que todo el que no sea un experto pueda leerlos.” Quizá somos tan nihilistas que ni la memoria de nuestro paso por la tierra queremos que quede.
Los riesgos.