Félix Soria trata de analizar un poco más en profundidad las causas de la profunda crisis de ventas en la que está sumida la prensa escrita, tratando de ir más allá al simple “es la crisis” o al aún más simple “es por Internet”. Cosas que ciertos periodistas no quieren decir ni escuchar.
«Los periodistas están mal vistos. Más de la mitad de los ciudadanos desconfían de su labor y de lo que difunden, según los últimos sondeos. Evidentemente, la responsabilidad de esa desconfianza —que también tiene traducción en las ventas— es de los profesionales y, en segundo lugar (¡no en el primero!), de las empresas editoras.
No obstante, es obligado reseñar que el creciente desprestigio de la generalidad de los periodistas arrancó cuando se impuso la tesis de que la información es un producto, relegando a segundo plano su valor como bien común y como atractivo socio-cultural. Esta perversión, que es de claro origen económico, se reforzó con la progresiva tomatización de la TV y la actitud de algunas emisoras de radio, en especial de las que ganan (o ganaban) audiencia a base de propaganda ideológica y de cultivar la escatología. »