La tendencia creciente es a Criminalizar la disensión lo dice Alberto Toscano. Es una medida de control de la sociedad en general y de limpieza y aplastamiento de cualquier movimiento que pudiese cuestionar el modelo actual. Utiliza como ejemplo el caso de Los Nueve de Tarnac.
«El caso Tarnac nos sitúa frente a un modelo de criminalización del disenso que se está volviendo cada vez más general y que es probable que se intensifique a medida que Europa (ver los acontecimientos recientes en Grecia) se vea confrontada a formas de conflicto social que cuestionan la viabilidad del orden socio-económico.
Las autoridades francesas han dejado claro que el objetivo de esta muy espectacular operación fue enviar un mensaje preventivo, cortar de raíz la amenaza que se percibe de movimientos anti-capitalistas que rechazan la arena parlamentaria y optan por la acción directa. Es a lo que se han referido los servicios franceses de seguridad, con la imprecisión típica de las inquisiciones, como “tendencia anarco-autonomista”. También se han referido a estos medios políticos como “pre-terroristas”. »