Juan E. Fernández Romar escribe un texto extenso de acercamiento a la figura del filósofo francés Jean Baudrillard, emblema de la posmodernidad, al que critica despiadadamente acusándolo de oscurantista aposta y de poca rigurosidad teórica. Jean Baudrillard: el filósofo de la seducción.
«La oscuridad de su retórica se convirtió en su grifa favorita. Él no hablaba ni escribía para públicos profesionales, autoseleccionados, eruditos y selectos, como Barthes o Lacan. Lo hacía en numerosas columnas de diarios internacionales, y sus libros fueron bestsellers a escala mundial. Así logró convertir su peculiar hermetismo en un producto de alcance masivo, llegando mucho más lejos que cualquiera de sus colegas franceses. Reversibilidad comercial de un discurso hierático deliberadamente blindado para rigurosos. “Lo que escribiré tendrá cada vez menos oportunidad de ser comprendido. Pero eso no es mi problema. Yo estoy en una lógica de desafío” , previno en una entrevista.»