Rafael Ballesteros Díaz lo explica clarito: cuando uno se acoge a la tonta excusa de «es que soy de letras» o «es que soy de ciencias», lo que es es un tonto: Qué clase de inculto eres: ¿de ciencias o de letras?
«Pero sí condenaremos las posturas excluyentes que nos autocondenan a la ignorancia en muchas materias.
Cuando un estudiante de 15 años renuncia voluntariamente a considerar las matemáticas como materia digna de consideración, comete un error que le acompañará toda la vida; igual que si renuncia a la lectura porque se aburre. En ambos casos cierra puertas a su desarrollo intelectual y se autolimita innecesariamente.
Cuando un adulto utiliza como argumento “es que soy de letras” o “es que soy de ciencias” para justificar su ignoracia en alguna materia, demuestra haber perdido su interés por aprender y su curiosidad intelectual.
Si alguna responsabilidad tenemos como divulgadores, profesores, estudiantes, padres, educadores, políticos, … la más importante es la de eliminar los prejuicios que sobrevuelan el conocimiento, entendido éste sin limitaciones arbitrarias e injustificables, y la de transmitir la importancia de la adquisición de conocimientos de todas las áreas para formar personas más libres y capaces.
Utilicemos la globalización en nuestro beneficio, no en nuestro desmedro.»