Manu nos trae la historia de cuatro personas que en cuatro siglos diferentes construyeron, cada uno a su manera, un robot destinado a servirles de una u otra manera. Cuatro tipos que hacían robots.
«Pero si hablamos hoy de los hermanos Banū Mūsā, es por su Kitab al-Hiyal, o Libro de los artefactos ingeniosos. Publicado en 850, abarcaba prácticamente todo el conocimiento mecánico contemporáneo e incluía unos cuantos mecanismos ideados por los propios Banū Mūsā o nunca antes plasmados sobre papel: válvulas de flotación, máscaras de gas, sensores de presión, manivelas no operadas manualmente… En total, más de cien artefactos, mecanismos y conceptos.
Probablemente, la aportación más importante de Muhammad, Hasán y Ahmad fue la separación conceptual de los mecanismos y de la mano humana. Desarrollaron un órgano que tocaba cilindros intercambiables gracias a la fuerza del agua; demasiado parecido a una pianola como para no considerarlos sus inventores. También inventaron una flauta mecánica que se podía programar, junto a otros cuantos autómatas. Un siglo después de su muerte, la fabricación de autómatas era un negocio floreciente en el mundo árabe, que pasaría al resto de Europa a través de la península ibérica.»