En El éxodo de los hombres de hielo Fernando González Sitges traza la historia y la actualidad del pueblo nenet, nómadas siberianos que sobreviven a pesar de la civilización y el gas.
«Los nenets —en su propia lengua, `los hombres´— pueblan las heladas tundras del nordeste europeo y noroeste de Siberia, desde la península de Kanin hasta el delta del Yenisey. Siempre fueron un pueblo ligado a la vida de otra especie capaz, como ellos, de vencer los rigores de una región con temperaturas de hasta 50 grados bajo cero: los renos. En sus orígenes, los nenets eran cazadores y, como los lobos del Ártico, seguían a los renos para cazarlos. Pero hace unos dos milenios comenzaron a capturarlos sin matarlos y aprendieron a criarlos en un proceso que culminó hace 400 años con un pastoreo masivo. Desde entonces se han convertido en los mayores criadores de renos del mundo y su vida nómada gira en torno a las necesidades de éstos: durante la estación fría se refugian en las taigas del sur y, al mejorar el tiempo, suben hacia el norte y traspasan el Círculo Polar Ártico en busca de los líquenes de la tundra, el alimento preferido de los renos.»