Aunque el 2008 será recordado un año aciago para la economía a nivel deportivo ha venido cargado de éxitos, entre los que destaca el desestigmatizante triunfo en la Eurocopa. Fernando Neira en 2008, y que nos quiten lo ‘bailao’ nos los recuerda con mucha guasa.
«Mientras Gasol se las tenía tiesas con los celtas, Rafa Nadal hacía lo de siempre: ganar Roland Garros con el mismo esfuerzo, en apariencia, que usted invierte en recargar su cafetera italiana por las mañanas. No, por favor, que nadie se ofusque: claro que lo de Rafa tiene mucho mérito, pero era el cuarto año consecutivo que se merendaba a todo hijo de vecino en las pistas centrales parisienses y el chaval nos tiene mal acostumbrados. Lo mejor estaba por llegar. Y llegaría, el 7 de julio de 2008, en ese templo de la burguesía británica que responde al nombre de Wimbledon.»