Luis Pousa nos habla de los hikikomoris, palabra japonesa que designa a los jóvenes anacoretas contemporáneos que se aislan en sus habitaciones y viven una vida abastecida únicamente por las nuevas tecnologías. Hikikomoris.

«Internet, claro, es el paraíso del hikikomori, porque brinda al introvertido chaval una ocasión única de asomarse al mundo, pero sin mancharse demasiado, limitándose a observarlo atrincherado en sus seudónimos desde la pantalla de un ordenador (portátil, claro, que el otro no cabe en la cama). El hikikomori creo que nos mira a los del mundo real como nosotros, los del presunto mundo real, miramos a los animales del zoo. Somos las cebras de los hikikomoris, que nos escudriñan con mucha atención, como si, efectivamente, también luciéramos listas blancas y negras sobre la piel.»