Enterarse de la muerte de John Updike obliga a Alvy Singer a confirmarlo —«me gustaba pensar que había anunciado otra secuela»—; luego de hacerlo nos lo cuenta y nos ofrece una deliciosa colección de reseñas, obituarios (incluido uno falso) y coincide con otros grandes en apreciar su faceta de crítico, no tan traducida al castellano como sus obras: en John Updike, 1932-2009.
«Me conecto al msn y Antonio me confirma que Updike ha muerto. Lo había visto en su nick, pero me gustaba pensar que había anunciado otra secuela. En esta bitácora he considerado a Updike un referente, sobretodo crítico. El último libro que releí de él fue Due Considerations, una gozosa colección de sus ensayos en la que su inteligencia desvela inspiradas y particularísimas observaciones en sus lecturas, sean recientes o no. Tampoco conviene olvidarse de sus crónicas o de su crítica de arte. Updike ha dejado, por suerte, un legado prolífico, rico y variado, capaz de obras maestras y de trabajos menores, incluso algo cansados y reiterativos.
Recuerdo la lectura de Corre Conejo como sorprendente. La sensualidad descriptiva de Updike contrastaba muchísimo con el detalle microscópico de Yates o la impresionante lírica de Cheever, dos de sus maestros y precedentes más claros. Tampoco su forma absolutamente radical y experimental de iniciar su novela, deteniendo su mirada en un partido de béisbol.»
2009-01-28 22:05
Muchas, muchas gracias por los parabienes. Me fastidia que la muerte Updike evidencia una carencia en el panorama de las traducciones, su Assorted Prose hubiera sido una muy buena opción para traducir: incluye sus primeros ensayos sobre James, Nabokov y Salinger y es de lo mejor que ha hecho.