Alfredo Herrera Patiño escribe sobre los dos espíritus que subyacen a la edición digital: el comercial y el de una nueva forma de conversación: Cultura y mercado en las ediciones digitales.
«Edición comercial y edición abierta parece ser la nueva diferencia, ya no edición comercial y edición independiente. Me aclara bastantes cosas. La edición académica debe ser abierta, pues intenta difundir el conocimiento. Las bibliotecas deben volverse editoriales abiertas (algunas ya lo hacen, y muy bien, como la Biblioteca Nacional de Francia, que surte sin problemas las páginas del libro que uno quiera o el libro completo en gallica Idiota de mí, pensé que la Bibliotecota, la Vasconcelos, sería una editora abierta para toda la red nacional de bibliotecas, y en verdad me entusiasmé. Ahora me queda claro que es un bodriote). Anagrama, por poner un ejemplo, pese a independiente, queda claro que es comercial, sin más, lo que se vuelve obvio a partir de que no permite leer ninguno de sus libros si no se le paga.»