Entrevista con Vicente Boix, autor de un libro en el que se denuncia el daño en humanos y naturaleza que producen las industrias químicas instaladas en Centroamérica.
«¿Cómo es posible que se use masivamente en la agroindustria un producto químico sin conocer bien, muy bien, sus posibles efectos entre los trabajadores que lo usan, entre los campesinos que lo manipulan?
Claramente hay colusión de la clase política que permite que las empresas presenten sus estudios. Como es lógico, una compañía no va a invertir capital en i+d para diseñar un producto que luego pueda ser prohibido por la administración.
Eso sucedió con el DBCP y desgraciadamente ocurre hoy. En algunas entrevistas y presentaciones he resaltado que en este sentido no aprendimos de las enseñanzas del caso DBCP. No se aplica el principio de precaución. Hoy en día siguen siendo las empresas quienes presentan sus monografías sobre los riesgos de un producto, tecnología, industria, etc. Evidentemente son favorables a sus intereses, aunque tengan que esconder pruebas y tergiversar la realidad, como se ha denunciado alguna vez. Claro, los políticos asienten y por mucho que alegues no se consigue nada.»