Rafael Marín comenta, partiendo de los nuevos reality shows de superación personal tipo Fama ¡A bailar!, la indolencia en que han sido educados los adolescentes por la LOGSE y la democracia: La fama cuesta.
«Unos se aburren tumbados en sofás, en pijama o en chándal (o en ropa de calle, no se distinguen ya), y otros se rompen la garganta o las piernas haciendo gala en las galas de todo lo que aprenden durante la semana. Lo que el sistema educativo no ha hecho por ninguno de ellos, educarlos para la crítica y el mundo exterior, lo aprenden de pronto por la tremenda, al arbitrio de públicos ineptos que siempre tirarán más, estulticia nacional, hacia el gañán o la mozuela de la tierra, más votos para quien más invierta en llamaditas telefónicas que en algún caso, viva la crisis, se pagan con el dinero de todos, venga a hacer patria chica que es lo que mola.»
2009-01-17 20:20
Además se someten con toda “humildad” a las vejaciones de las y los profes no se sabe bién para que. Si lo hicieran sus profes de instituto seguramente llegaría la sangre al río,
Saludos