Estupendo artículo de Roberto Amaba sobre el camino lingüístico que ha seguido la definición del exterminio judío por el régimen nazi. ¿Cómo nombrar lo que, por definición, es innombrable? Shoah y el lenguaje.
«El trauma de una posguerra con más de 50 millones de muertos y la reestructuración del nuevo orden mundial (Reconstrucción, búsqueda del optimismo, el nuevo enfrentamiento con el bloque del Este, etc.), ahogan la idea de “Holocausto” dentro de una globalidad que no permite una concreción que delimite lo que de específico y novedoso tenía el suceso. El Holocausto queda asociado, una vez concluida la guerra y durante esas dos primeras décadas, a la idea de “masacre”, de “destrucción” o de “desolación”, por lo tanto indiferente a la causa judía; los principales afectados de la Solución Final. Durante este periodo será “Auschwitz” la palabra que, desde su uso como sinécdoque, asuma el papel representativo. Esta insuficiencia de la figura retórica para ejercer como concepto la veremos más adelante cuando tratemos la problemática de las imágenes.»
2009-01-08 19:11
El artículo es muy bueno. Gracias por recomendarlo, Alberto.
Un beso.