Ha muerto Mark Felt, el célebre confidente de los periodistas Woodward y Bernstein que, bajo la identidad de garganta profunda ayudó decisivamente a destapar el mayor escándalo de la historia política estadounidense, el Watergate. Lo recuerda Íñigo Sáenz de Ugarte. Mark Felt (1913-2008).
«nmediatamente después del robo de las oficinas del Partido Demócrata en el edificio Watergate, las sospechas se confirmaron. Nixon y Haldeman se ocuparon de frenar las primeras investigaciones del FBI. Intentaron que la CIA informara al FBI de que no podía meter sus narices en el tema por tratarse de un asunto de seguridad nacional. El director de la CIA, Richard Helms, se lo pensó unos días y finalmente se negó a obedecer la orden. No pasó mucho tiempo hasta que la Casa Blanca tuvo que ceder y dejar que los agentes del FBI procedieran con la investigación.
Además, estaba la vertiente personal. Felt aspiraba a suceder a J. Edgar Hoover, pero Nixon prefirió elegir a un político de su confianza. Gran error. La Casa Blanca se ganó un enemigo peligroso. Los políticos tenían que saber que cualquier pez gordo del FBI podía tener acceso al inagotable archivo de trapos sucios engordado durante décadas por Hoover. »