Barbara Celis se entrevista con Art Spiegelman, el afamado autor de cómics, y elabora un breve e interesante perfil sobre una de las grandes figuras del noveno arte. Una leyenda del tebeo con un pasado.
&Laquo;Encadenando un cigarrillo con el siguiente, Spiegelman repasa su vida sentado en el interior de su otro estudio, en cuya puerta aún dice Raw. Tal era el nombre con el que él y su esposa Francoise Mouly, hoy directora de arte de The New Yorker, bautizaron una revista bianual de cómics con la que ambos trataron de elevar el tebeo a la alta cultura. En Raw se ofrecían cuidadas selecciones de cómics europeos y estadounidenses de contenido intelectual. No faltaba el humor, pero sus autores obligaban a pensar más allá del gag inmediato. “El cómic pasó de ser un medio de entretenimiento de masas en la primera mitad del siglo XX a una especie en peligro de extinción en los setenta. Los dibujantes del mundo underground [la corriente que arrancó en San Francisco con Robert Crumb a la cabeza] rompimos tabúes dibujando sexo y sangre, pero no había un público que nos diera de comer. Lo hacíamos por amor al arte y llegó un momento en que entendí que sólo había una salida: hacer un pacto fáustico con la cultura o morir”.»