No busquen en el texto de Carlos Fernández Liria, La estafa de Bolonia, trabajados argumentos ni análisis profundos, sino un directo puñetazo a la mandíbula de la reforma universitaria que está introduciendo la UE(Unión Europea): la reforma obedece a los intereses del mercado para embarrar a la universidad pública y ponerla al servicio de la empresa privada.
«Todo ello, se pretende, ha de servir para dar salida laboral a los egresados. Es un experimento suicida. Una vez que se ha dado por inevitable un mercado laboral basura, se pide flexibilidad a la enseñanza superior para crear una Universidad basura. Mientras tanto, las universidades privadas ya se encargarán de formar a precio de oro las elites profesionales del mundo empresarial. Lo más patético es que esta mercantilización de la educación superior se consolida justo en el momento en que el mercado ha conducido a la economía mundial a un abismo insondable.»
2008-12-08 11:32
Con todos mis respetos, el artículo del sr. Fernández me parece realizado desde la torre de marfil de la universidad pública y los prejuicios más rancios del progresismo. Y no se sostiene la mayoría de sus afirmaciones. Dice “las universidades privadas ya se encargarán de formar a precio de oro las elites profesionales del mundo empresarial”. Perdón, eso ya lo están haciendo, y la universidad pública nunca las ha formado por pura incapacidad, por lo menos en España. El modelo por el que aboga solo consigue lo que yo recibí: una carrera de empresariales en universidad pública, en la que la mitad de los profesores jamás habían trabajado en la empresa privada, y la otra mitad vivían de trabajos teóricos y sobre todo de escribir los libros con los que estudiábamos. Da la casualidad de que lo que quieren los jóvenes cuando entran en la universidad es conseguir formación para el trabajo, y nada más. Afirmar que “las empresas absorben dinero público para sus propios fines, al tiempo que se hacen con un ejército de becarios pagados con los impuestos” es algo no solo incorrecto, sino que demuestra que el sr. Fernandez nunca ha trabajado en una empresa privada. Lo que las empresas buscan es talento, no mano de obra barata, eso ya lo encuentran con o sin becarios. Y es increíble que se despache con críticas al “mercado”, sin aportar ninguna sugerencia a cambio, ¿Qué propone, losplanes quinquenales?. Siento ser un poco ácido, pero antes de hablar del mercado, hay que conocerlo un poco, y desde luego como profesor de filodofía, él no lo conoce, y no de puede aferrar al dogma “mercado=demonio”. Es ingenuo y absurdo.
2008-12-08 11:47
No conozco el tema como para argumentar seriamente; ya advertí que el artículo no aportaba argumento alguno, sino que era una diatriba. Ahora, afirmas tú, Sergio, que las empresas lo que buscan es talento; sí, no sé qué porcentaje, pero dudo mucho que supere el 10%: mi experiencia me dice (y supongo que la tuya también) que la inmensa mayoría de las empresas no buscan talento alguno, sino mano de obra barata.
Y está claro que el sistema universitario tiene que cambiar; el problema es que pase a gestionarse como si se tratase de una empresa.
Saludos
2008-12-08 19:58
Hombre, pues aparte de poner el texto como ejemplo de demagogia barata no le veo el interes. Dice Marcos que no conoce el tema, si lo hiciera no hubiera recomendado el texto, creo yo.
Yo he visto el proceso de cerca, y la verdad es que los argumentos antibolonia suelen ser bastante primarios. Hay algo que se olvida, los estudios en la universidad publica no son “gratis”, los paga la sociedad. Y con mi dinero yo quiero que la universidad sea eficaz. Que es la unica manera, por cierto, de que pueda competir con la universidad privada. Los que protesta de que esto es “mercantilización” les preguntaría si es que no prevén ganar dinero cuando acaben la carrera. A menos que sean, precisamente, hijos de papa, yo diría que és una aspiración generalizada.
Otra china es el cambio de metodo de estudio. Cambia de la tipica clase magistral donde se empolla para el examen. A otra mas tipo seminario, donde las clases son pocas y el trabajo personal del alumno se multiplica. Los profesores tambien se ven afectados, y he detectado que algunos de los mas vociferantes contra Bolonia son los que tienen los apuntes “amarilleados” por años y años de utilizarlos.
Si este cambio se logrará hacer bien es un misterio, y soy realista y veo muchos problemas, malas actitudes y falta de preparación. Pero que quieren que les diga, solo los que nunca asumen riesgos no se equivocan jamas…