En Pensar es un peligro Santiago Kovadloff juega con el trato y la ubicación que se la ha dado y da a la escultura de Rodin El Pensador (entiendo que en Buenos Aires), ahora situada en las escalinatas del Congreso.
«Algo de esto presintió con acierto el señor Eduardo Núñez, cuando, en una carta reciente enviada a este diario, advertía: “Si El pensador quiere simbolizar al individuo que reflexiona y razona por sí mismo, creo que salvo honrosas excepciones, la escalinata del Congreso no es el lugar más adecuado para su emplazamiento.“»