La campañita que ha lanzado el Gobierno contra la piratería las descargas de material protegido (en realidad contra todo tipo de material) de la red resulta ridícula; ridícula, en primer lugar, porel nulo efecto que tendrá, y en segundo lugar porque resulta vergonzoso el papel en el que deja a sus promotores: un Gobierno democrático que defiende, con manipulación y mentiras, a un pequeño lobby, en contra de sus ciudadanos. Manuel Almeida lo deja meridianamente claro en Si eres legal, presenta tu dimisión.
«Por tanto, a día de hoy, es mucho más verdad proclamar que el acceso libre a la cultura sin ánimo de lucro (es decir, eso que usted hace cuando utiliza redes P2P o cualquier otra plataforma de descarga en Internet) es legal que todo lo contrario.
Entonces, ¿qué hace un ministro, todo un Ministerio y todo un Gobierno proclamando lo contrario, manipulando, enturbiando, confundiendo y amenazando a la ciudadanía? La respuesta resulta evidente: proteger los derechos de unos pocos.
Si eres ministro, debes ser legal. Si eres legal, has de respetar la legalidad. Si respetas la legalidad, debes respetar la Justicia. Si respetas la Justicia estás en la obligación de respetar la Ley. Y si respetas la Ley, debes acatar lo que la Fiscalía y los jueces determinan. Y si haces esto, es decir, si a fin de cuentas eres legal, no debes mentir a aquellos a los que te debes: la ciudadanía.»