Dominguet el Terrible modera esta semana un atípico debate entre un representante de los motorizados y otro de los que se desplazan en bicicleta. Las conclusiones parecen lapidarias: Imbéciles vs. Bicicleteros.
«Imbécil: Ja, ja, ja. ¿Un Mandril con huertecitos urbanos? ¿Donde las adventicias se abran camino entre el asfalto? ¿Con bicileteros aquí y allá? No se da cuenta de que eso es el pasado. Ya existen en el mercado especialistas que saben lo que nos conviene mucho mejor que usted, es decir, que un mero friegaplatos.
Bicicletero: Lo que usted quiere decir es que necesita de un 4×4 para sentirse un poco menos insignificante. Algo especial. Más interesante. ¿Pero tenía que gastarse tanto dinero?¿no le bastaba con una nariz de quita y pon de payaso?»