Yo soy el clásico internauta estúpido que se da de alta en casi cualquier red social que se ponga en marcha. Eso sí, si alguna vez quiero abandonarla más me vale que me olvide de ella porque terminar mi “contrato” no va a ser fácil. Lo cuenta Antonio Delgado en El calvario de abandonar una red social.
«Cada sitio tiene su propia forma de darse de baja, aunque suele ser complicado encontrar el botón que te haga olvidarlo para siempre. Para comenzar el proceso lo fundamental es armarse de paciencia e ir directo a la sección de “configuración” o “perfil”. Entre las numerosas opciones (cambio de contraseña, de datos personales…) suele situarse un diminuto enlace escondido en la parte inferior de la ventana. Ahí es donde se puede dar de baja la cuenta. Pero no vale con despedirse a la francesa. A veces es necesario dar explicaciones y detallar los motivos por los que hemos decidido dejar de forma parte de la red.
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