Si alguien dudaba de la burbuja que suponía la reunión del G-20 del pasado fin de semana que lea la entrevista a Enric Duran, un activista contra los abusos de la banca que ha seguido el evento: La tomadura de pelo del G-20.
«Es más de lo mismo. Dicen que con los acuerdos que han tomado van a parar la crisis y que han dado respuestas estructurales para que algo así no vuelva a suceder, pero mienten a conciencia. No se han tocado los fundamentos del capitalismo. Se mantiene las principales líneas del neoliberalismo, el sistema financiero, el libre mercado, el crecimiento económico como fin, los paraísos fiscales… El único cambio significativo es el reequilibrio de poder que implica que países emergentes participen en las decisiones a través del G-20.»