Álvaro Ramírez Ospina recuerda a Miriam Makeba, “Mamá África”, quien falleció esta semana a causa de un ataque cardíaco, y que convirtió su música en una bandera por los derechos humanos y contra el apartheit sudafricano. La voz airada y el canto de Miriam Makeba perduran.
«Nacida en Johanesburgo, y en vista de que le pagaban céntimos por sus grabaciones, decidió en su juventud viajar a EE.UU donde conoció al gran Harry Belafonte quien contribuyó de manera decisiva a que su voz se difundiera y alcanzara las audiencias globales. Cantaba no solo la música ancestral que sabía combinar con el jazz y el pop. Su integridad la llevó a testificar en las Naciones Unidas contra el régimen blanco que mantenía el Apartheid y como retaliación el gobierno le retiró la nacionalidad y no pudo regresar al funeral de su madre en 1960. 10 países del mundo la nombraron ciudadana honoraria y al morír tenía nueve pasportes. Por fortuna en 1991 Nelson Mandela la convenció de regresar a su país que le había retornado todos sus derechos ciudadanos, después del triunfo de la ANC.»