Entre las ingentes cantidades de artículos que sobre Obama se están publicando prima la repetición. El de Thomas L. Friedman enfoca la elección desde una perspectiva que puede ser interesante: la superación racial puede que vaya a ser lo menos recordado de su mandato: Ahora, la reconstrucción.
«¿Cómo lo logró Obama? Es probable que una crisis económica de las que sólo suceden una vez cada cien años haya impulsado a muchos blancos a votar por un negro. Y también es cierto que la excelente organización de Obama, sus modales pausados, su dulce manera de hablar y su mensaje de cambio sin amenazas surtieron efecto.
Pero también es posible que una especie de efecto Warren Buffett haya servido para contrarrestar el supuesto efecto Tom Bradley, el candidato negro a gobernador de California que perdió, contra todos los pronósticos, en 1982. El efecto Buffett es exactamente lo contrario: son los conservadores blancos que en el restaurante de su club campestre se llenaban la boca hablando de McCain frente a sus amigos, pero que, finalmente, en la intimidad del cuarto oscuro, votaron por Obama, a sabiendas, incluso, de que probablemente les aumentaría los impuestos. »