Me había prometido no hablar de la chorrada informativa de moda (como el café de Zapatero o la niña de Rajoy) y no decir nada de las declaraciones de la reina Sofía. Así que no diré nada y dejaré que hable Félix Soria. En defensa de la ciudadana Sofía de Glucksburgo.
«La ciudadana Sofía de Glucksburgo tiene derecho a pensar en voz alta aunque el conservadurismo de la Constitución de 1978 pretenda impedirlo, aunque la mala educación política heredada del franquismo lo desaconseje, aunque la transición a la democracia haya sido un lavado de cara, y aunque la derechona y la izquierda-caviar pretendan convertir a la esposa del jefe de Estado en una especie de ángel asexuado y aideológico.
En realidad, no ha ocurrido absolutamente nada trascendente, salvo que los desinformados, los que simulan estarlo y los que adoran al dios político-institucional se han visto obligados a reconocer que la reina consorte es una persona como tantas otras, no tiene la sangre de color azul y piensa lo que piensa.
Se trata de otro escándalo propio de una democracia construida sobre los pilares de una dictadura en la que, para colmo, la clase política se niega a cumplir los 18 años, ser mayor de edad y pensar sin miedo.»
2008-11-03 11:01
Estoy de acuerdo. La ciudadana Sofía tiene derecho a opinar. La reina Sofía, no. Si quiere opinar libremente como cualquier ciudadano, debe, primero, dejar su puesto (ella no puede abdicar, porque es reina consorte) y luego, ya, que diga lo que le dé la gana sobre las carrozas del día del orgullo gay.
2008-11-03 12:51
Ya, pues vale pos mu bien. Además de tener que soportar (via impuestos) a su madre, tambien estoy harto de tener que pagarle los tampones a la infanta Cristina . La Casa Real es un edificio obsoleto que requiere inmediata demolición.