Se tambalea el mundo, se rompe la Bolsa, se dehielan los polos… y Josías sigue descalzo sobre la tierra que ara, librando su particular batalla con la lluvia y el viento. La opción de Josías, de Hermann Bellinghausen.
«La gorra beisbolera que lo cubre es una reliquia, casi gabardina cantinflesca. Una parte simbólica de su atuendo. Los pantalones arremangados, la chamarra naranja. Trabaja con chamarra, señal de que hace frío. Sólo se escucha el rascar de su instrumento, rompe el pasto, arranca los terrrones, los vira y desmorona. Eso, y su casi imperceptible jadeo.
Vuelve el viento. Hace bailar las castañuelas del follaje, las lanzas verdes y las crestas rubias de la milpa. Josías interrumpe su faena, escucha un momento, siente en el rostro el frescor un poco helado que agradece pues está sudando.»