Gonzalo Martín analiza el intento de resurgir de Blockbuster, la compañía de alquiler de vídeo y DVD que ha sido una de las víctimas más evidentes y fulminantes de la expansión de los programas de intercambio de archivos y de la generalización del uso de la banda ancha en Internet. Blockbuster o el retorno de los ‘clicks and bricks’.
«n realidad, la combinación de distribución minorista más tecnología, aspira a dar un servicio más completo a usuarios menos sensibles al precio, poniendo todo el catálogo posible a su disposición (es decir, sin la limitación del espacio de estanterías) y vendiendo hardware. Así, equiparan sus tiendas con kioskos digitales que permitirán acudir a descargar cualquier título del catálogo independientemente de que se encuentren en la tienda o no, y dando flexibilidad en el uso: parece que sus clientes quieren una cosa para el DVD con los niños y otra para llevarse en el PC para ver en el avión. Se trata, en palabras del señor Keyes, de hacer la experiencia física (la de los ladrillos) más práctica.
Ese incremento de utilidad, se vería acompañado por una extensión del negocio hacia la venta de hardware. ¿Por qué no vender DVD’s y televisores de alta gama? Les dicen que no van a poder en competir en precio con las grandes cadenas que juegan con grandes descuentos y una oferta centrada en buenos precios. Pero creen que su cliente no es muy sensible al precio y sí a un buen servicio que resuelve problemas y da soluciones inmediatas.»