No estaría mal que Argentina y Brasil se unieran en una cosa: en no pagar la deuda externa. Por lo menos amenazar. Soy un simplista, lo admito. Pero si Argentina dijera: “No pago; si no me abren sus mercados mientras que mantengo el mío controlado, no pago nada; ya se arreglarán ustedes con una crisis financiera.” De alguna forma hay que pararle los pies a esa cruel agencia de imperio, el FMI, ¿no? De todas maneras someto al juicio de algunos de nuestros lectores, que sí entienden de cuestiones económicas, el siguiente artículo de
Juan Francisco Martín Seco, que es el que me ha llevado a mis elucubraciones revanchistas:
El cepo de América Latina.